Foto: Armando Hernández
DOUGLAS RODRIGUEZ, MEDALLISTA OLIMPICO Y CAMPEON MUNDIAL MUERE EN CUBA
por Michel Contreras - Cuba Debate
No fue el mejor púgil egresado de la escuela cubana. Ni siquiera se cuenta entre los que pegaban con mayor contundencia. Pero cuando se habla de boxeadores guapos, de esos que salen a fajarse de campana a campana en un metro cuadrado de lona, nadie puede omitir este nombre: Douglas Rodríguez Guardiola.
A los 61 años de edad, el legendario peso mosca acaba de fallecer en La Habana, víctima de un paro cardíaco. Paradojas que tiene la vida: ¿Quién se habría atrevido a pensar que aquel tremendo corazón iba a fallarle un día?
Nadie que lo vivió, lo olvida. En 1974, durante el primer Campeonato Mundial, ante su público, Douglas hizo la hazaña. No porque derrotara a todos sus rivales, el alemán Klaus Gertenbach, el polaco Leszek Borkowski, el soviético Vladislav Zasypko y el venezolano Alfredo Pérez. No por eso, aunque eso también tiene enorme mérito.
La proeza de Douglas, su gran lección de hombría, fue haber tenido que dirimir sus tres últimos combates con la mano derecha lesionada. Él, agresivo como el que más, amante como pocos de la corta distancia y el intercambio permanente, debió pasar por un calvario inigualable para alcanzar el oro.
Nadie, ni el más optimista de los entendidos, habría apostado entonces algún duro por aquel toro de lidia que salía en desventaja contra todos y cada uno de sus adversarios. Nadie, excepto el propio Douglas.
El santiaguero sí creía en sus fuerzas, y pasó por encima del terrible handicap. Y fue campeón, para orgullo de un pueblo que le abrió espacio en el altar de los valientes. Con una sola mano, pero echando pa’lante.
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Douglas Rodríguez nació el tres de junio de 1950 en Santiago de Cuba. Se inició en el boxeo mediante Carlos Manuel Maney Kelly, y se dio a conocer internacionalmente en 1970, donde se impuso en la división de 51 kilos del torneo Centroamericano y del Caribe. En 1971 se alzó con el bronce en los Panamericanos de Cali, Colombia, y en 1972 asistió a los Juegos Olímpicos de Munich, Alemania, en los cuales alcanzó una presea de ese mismo color. Un año después participó en el Campeonato Centroamericano y del Caribe, y en 1974 llegó a la cúspide al triunfar en el Mundial celebrado en la capital cubana.
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Texto: MSc. Santiago Romero Chang
Santiaguero Excampeón mundial y medallista olímpico de los pesos moscas
Santiago de Cuba, CMKC, Lunes 21 de Mayo de 2012.-
Ha muerto un gran amigo, boxeador y revolucionario: Douglas Rodríguez, "el pequeño gigante de Veguita de Galo", como les decíamos sus vecinos y amigos, los integrantes de la peña de la esquina de Rius Rivera y Hermanos Marín., allí, entre cuentos, chistes, un partido de pelota con grandes y chicos, hasta la próxima descarga en familia.
Douglas ganó 67 peleas y 17 las perdió valientemente en el ring. Recuerdo un consejo que siempre he tenido muy permanente de él: "todo el tiempo adelante chino, guapo y sin ceder. Los dolores se van después, pero siempre fajao y pa´lante compay".
El Toro Negro se nos fue, pero dejó toda una leyenda desde los diez años cuando se inició en Veguita de Galo como bexeador. Cuántos sudamos junto a él al ver aquella pelea de los 71 kilogramos en La Habana. Entonces era el año 1974, había poca difusión de televisores y la pandilla de Douglas tuvo que apretarse en casa de Gloria Castro, la madre del extinto Rafael Mok, fundador del Ejército Juvenil del Trabajo y más tarde Jefe del Contingente Antonio Maceo.
Después mi papá compró uno de los primeros televisores rusos y cuánto disfrutaba al vernos todos otra vez juntos. Yo iba siempre a buscar a Mireya, la madre de Douglas y había que ver cuán nerviosa ante aquella pelea de Munich. El pequeño estaba perdiendo, de pronto recibió una descarga de ganchos hasta aquel puñetazo en la cara que lo sacudió. Después me dijo, "narra, en ése momento desperté y le subí la parada. Gracias a ese golpe que me dio, le gané y pasé a la final".
Quién iba a creer que Douglas jamás renunció a boxear por tener la mano derecha lesionada: "Yo prometí darle la medalla a Fidel y lo hice, no importa".
Una de las peleas que más se recuerda fue aquella frente a Alfredo Pérez, muy fajadores ambos, pero el santiaguero ganó 4 a 1. Así lo hizo en los Centroamericanos de Panamá 1970, Campeón., en Munich, Bronce, en 1972 y en Cali, Colombia, en 1971.
Escriba usted la historia del boxeo cubano, pero no excluyas la pelea del Morocho Pérez y Douglas Rodríguez, incluso, me sorprendí estando en Venezuela, la solicitud que me hicieron varios colegas por un fragmento de aquella película, hoy en franco deterioro, pero llena de coraje por ambos.
Pueda que me equivoque, pero Douglas fue para mí un ídolo y el boxeador más combativo que ha tenido Cuba desde el año 1959 hasta la fecha.
Ahí están las memorias de Carlos Manuel Kelly y Luis Casal, los primeros tutores de Douglas, los que llevaron al muchacho a Campeón Nacional con sólo 14 años de edad.
Vendrían después los Campeonatos Giraldo Córdova Cardín: 4 de oro y 1 de bronce para el muchacho de Veguita de Galo, el intrépido que subía los muros del patio de La Colonia, hoy Hospital Infantil Sur. El admirador por excelencia de otro Señor Boxeador Enrique Regueifredo
El próximo 3 de junio, habrán más recuerdos en la Veguita, en ocasión de los 62 años de natalicio de Douglas Rodríguez, en Santiago de Cuba ,y especialmente, en aquella esquina de su casa en Hermanos Marín, ahora llena de leyendas.
Siempre fue deseo de quedarse en Santiago de Cuba, y aunque vivió una buena parte de su vida en la capital, entrenado a chicos y jóvenes, estoy seguro que sus restos tendrán sepulturas en el cementerio de Santa Ifigenia, en lugar muy próximo al lecho de otro grande: Chocolatico Pérez y muchoss más...
Verdaderamente, hay luto en el viejo barrio de Veguita de Galo, se nos fue "el pequeño gigante", el coraje en persona: Douglas Rodríguez.
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