Mike Tyson trata de rehacer su vida lejos de los cuadriláteros y ahora ha encontrado en el cine un motivo para ser feliz, para volver a ilusionarse. Ha prestado su imagen a un videojuego, Figh Night 4, participa en 'The Hangover', la película más vista este verano en Estados Unidos, y la próxima semana se estrena un documental sobre su vida.

En una entrevista concedida a Corriere della Sera, Tyson asegura que como púgil no fue "gran cosa" y cuando se le pide que recuerde el momento más feliz de su carrera se muestra tajante: "Con el boxeo nunca me he sentido feliz".

En 2005 abandonó el boxeo. ¿Lo echa de menos?

En absoluto. Tuve mi tiempo, mi época.

¿Ve combates de boxeo

Sólo de vez en cuando y sobre todo los clásicos, los viejos combates.

¿Ve también sus combates?

No. Cuando me veo, pienso que en realidad no era un gran púgil. Si fuera mi maestro me vería horrendo, pésimo. Fallaba todo. Si lo ves con objetividad lo descubres. Pero ningún púgil admite ser peor de lo que piensa.

¿Qué púgil del pasado le gusta?

Carlos Monzón. Tenía un estilo impecable. Era autoritario, feroz, muy hábil, prácticamente invencible. Lo sabe bien el italiano Benvenuti.

Se habla mucho de usted por cosas que no tienen nada que ver con el boxeo y sí con problemas personales. ¿Cómo se siente?

A lo grande. El cine me está dando la posibilidad de entrar en un nuevo capítulo de mi vida. Nuevas personas, proyectos prometedores. El boxeo es sólo una parte confusa, llena de contradicciones. Ahora puedo vivir mi vida siendo consciente de lo que hago. En cierto sentido, el boxeo me ha impedido crecer.

¿Se ve en el futuro como actor?

No lo sé, me gustaría, pero necesito estudiar interpretación, tener al lado un director que me guíe, encontrar un buen papel, mi género.

¿Quizá un superhéroe?

No me viene a la mente ninguno, pero quizá. Para mi hijo soy ya un superhéroe.

Cuando se proclamó campeón del mundo en 1986, EEUU no era como es hoy con los afroamericanos. Ahora está Obama.

Podemos creer que está mejor. Pero no tengo los elementos necesarios para decir que ahora ya se han acabado para los negros los abusos y las injusticias. Es cierto que es positivo para todos nosotros y también los negros republicanos deben estar orgullosos. Pero cuándo serán reales las mejoras no lo sé. Personalmente, el trato que he recibido siempre ha sido el mismo y a menudo con poca clase. Con Bush o con Obama.

Repasando su carrera, ¿hay algún momento en el que se ha sentido feliz de verdad?

No acierto a encontrarlo. Nunca fui feliz de verdad. Era un estilo de vida en el que nunca me sentí completamente a gusto.

¿Es posible que no existiera ningún momento exultante?

Quizá la victoria por el título, contra Trevor Berbick. Pero estaba demasiado confuso. Al menos entendí que había conseguido algo importante. Pero mi maestro y segundo padre, Cus d'Amato, ya no estaba entre nosotros. Gané gracias a él, pero él no lo pudo disfrutar.

Una vez dijo que usted odiaba las multitudes, el exceso de atención. Ahora, gracias al cine está de nuevo de actualidad.

La gente me paraba y me decía "eh Mike..." y me daba una palmada en la espalda. Ahora me paran y me dicen "eh Mike, te he visto en el cine". Es un tipo de gente muy diferente. Me complace, pero sé que debo trabajar para no cometer los errores del pasado.

¿Cuál es su sueño?

Continuar haciendo lo que hago ahora. Ser mejor. Poder ser recordado como Mike Tyson y no como un boxeador.